El Predicador de Harold Robbins - Un Antihéroe Religioso
La figura del antihéroe está íntimamente relacionada con
la ética, la moral, valores que las más de las veces pertenecen
al mundo de la subjetividad. Por eso los antihéroes caen tan
bien, logran objetivos nobles con métodos o prácticas poco
éticas en los conceptos tradicionales, pero el análisis subjetivo
normalmente logra imponerse sobre esas conductas para
que nos caiga bien el personaje y nos parezca algo loable su misión.
Harold Robbins con esta novela nos regala un antihéroe poco
común: un predicador.
Constantine A. Talbott se vuelve predicador de la nada y
su don natural para convencer a la gente termina causando que
los grandes consorcios de la religión decidan volverlo una de
sus figuras mediáticas que tanto dinero e influencia política
les generan.